
 River Plate | 1 - 1 |  Boca Juniors |
Daniel Vega | Roberto Abbondanzieri |
Paulo Ferrari | Hugo Ibarra |
Alexis Ferrero | Julio César Cáceres |
Facundo Quiroga | Breyner Bonilla |
Juan Manuel Díaz | Claudio Morel Rodríguez |
Facundo Affranchino | Gary Medel |
Oscar Ahumada | Cristian Erbes |
Matías Abelairas | Ariel Rosada |
Ariel Ortega | Nicolás Colazo |
G Ludueña | Pablo Mouche |
Rogelio Funes Mori | Lucas Viatri |
DT: L. Astrada | DT: A. Alves |
Suplentes: River Plate:Juan Marcelo Ojeda,Maximiliano Coronel,Fabio Giménez,Erik Lamela,Diego Ortega,Daniel Villalva,Gustavo Bou Boca Juniors:Jonathan Mazzola,Javier García,Ezequiel Muñoz,Leandro Aguirre,Juan Sánchez Miño,Sergio Araujo,Nicolás Blandi |
Arbitros: Laverni | Estadio: Malvinas Argentinas |
TV: Fox Sports | |
Definición por penales: para River convirtieron Abelairas, Ludueña yFunes Mori. Ferrari estrelló su remate en el travesaño. Para Bocaconvirtió Viatri. Vega le contuvo los remates a Rosada y a Colazo, entanto que Sánchez Miño, desvió su remate por encima del travesaño.En un superclásico con altibajos, River sonrió a través de los penales
El conjunto millonario, tras empatar con Boca 1-1, se impuso desde losdoce pasos por 3 a 1 y no le dio lugar a la reacción que necesitaba surival
Era un partido clave para Boca. La última semana tan turbulenta, lasderrotas consecutivas que traía, el alejamiento de Alfio Basile y deCarlos Bianchi… Los jugadores xeneizes tuvieron que salir casi a rendirun examen. Debían demostrarle a su gente que podían levantar y, sobretodo, convencer de que la recuperación es posible frente al torneoClausura que comenzará el próximo viernes. Al fin, no pudo ser lareacción. River y Boca fueron desembocando en ese reparto 1-1 porque nosupieron ni les sobraron recursos para ganar. Un modesto conformismolos fue guiando a una definición por penales que favoreció al conjuntomillonario, que tras imponerse desde los doce pasos por 3 a 1 se quedócon la Copa Revancha en esta ciudad.
Lógicamente los xeneizes arrancaron con un componente de nerviosimposible de soslayar. Pero jamás se mostraron como atados ni presos deuna situación densa. Por eso Boca peleó de igual a igual e intencionesno le faltaron. Para colmo, se encontró con un River también ambicioso,que le dejó algunos huecos. En la cantidad de riesgo generadoanduvieron bastante parejos, pero siempre se notó quién llevaba lacarga del partido y quizá por eso el conjunto de la Ribera tuvo unaleve ventaja en el dominio del balón.
Con la asunción interina de Abel Alves en reemplazo de Alfio Basilese vio un Boca distinto al de los últimos tiempos. En primer lugar,desde lo táctico se dejó atrás el 4-3-1-2 que disponía el Coco por un4-4-2 más firme y rigido, especialmente en la última línea. Sin JuanRomán Riquelme ni Federico Insúa, la línea media de cuatro hombres tuvoa tres de contención.
River mostró varios metros sin cubrir por el sector que lecorrespondió a Paulo Ferrari. Varias veces en el primer tiempo loadvirtieron las arremetidas de Pablo Mouche y Nicolás Colazo. Hasta quede no corregirlo, a los 31, un buen desborde y un mejor centro deMouche terminó en Lucas Viatri, que cabeceó a contrapierna de DanielVega para abrir el marcador.
Por las actitudes de ambos equipos se dio un primer tiempoentretenido. River armó cuatro situaciones claras en ese período,oportunidades que estuvieron en los pies de Ariel Ortega, de Funes Mori–dos– y de Juan Manuel Díaz. Boca ideó dos, con el agregado de que unaevitó Vega ante Rosada, pero en la siguiente capitalizó Viatri, quesiempre aprovecha la oportunidad cuando Martín Palermo no está entrelos titulares.
En el medio campo estuvo la clave para cierta recuperación de Bocadespués de los últimos y preocupantes amistosos de pretemporada. PorqueCristian Erbes –lo más criterioso del equipo en el verano– y ArielRosada se repartieron con generosa colaboración el sector, y GaryMedel, por la derecha, y Colazo se encargaron de conducir los hilos delconjunto por los costados. Y correctamente, por cierto. Además,contaron con la pícara complicidad de los activos Viatri –acertado pararetrasarse y tomar contacto con la pelota– y Mouche.
En la segunda parte, se sabía, River debía generar un cambio en suprofundidad; de lo contrario, descontar sería una misión imposible. Apoco de comenzada la etapa ocurrió. Porque siguió con la búsqueda, convoluntad para torcer la historia, y con la inteligencia suficiente parahacer redituable esas grietas defensivas que son habituales en el fondode Boca. El desconcierto para los xeneizes apareció cuando Funes Morianticipó de cabeza a Rosada y la pelota le quedó a Gustavo Bou –JulioCáceres lo corrió de atrás– de frente para fusilar a RobertoAbbondanzieri. A medida que pasaba el tiempo, Boca perdía la pacienciay encima sufría la expulsión de Hugo Ibarra por una dura entrada sobreVillalva. Como si fuera poco, Mouche fue amonestado después de serreemplazado por un gesto a un plateísta de River.
En definitiva, ni River exhibió convicción para afirmarse totalmenteni a Boca le bastó su versión más ordenada y voluntariosa. Los dosfueron corresponsables de un clásico con altibajos, tibio y conconclusiones para tener en cuenta en el futuro. El festejo, eso sí,quedó para River. Otra vez.